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Sexo...no es suficiente

Tal vez si lo haces bien, puedo cambiar mi manera de pensar...

No es necesario que recuestes tu espalda contra la mía cuando muy bien sabes que todo ha acabado. Entre mañanas infinitas y atardeceres alcoholizados, crees que la noche será más que placentera cuando me dejas esperando. Ciertamente te equivocas cuando caminas entre mi pelo revolcado y dices a mi oido frases de tan pobres asonancias. Sudas entre piernas temblorosas y gritas de placer cuando terminas tu lucha que con afán prolongaste por duros inviernos. No eres más que timidez y disimulo de siluetas entumecidas por aquella soledad que enrolla tu pasado. Lentamente, inhalas nicotina de complacencia por otra de tus putas...

Qué vanidad la tuya, pero qué vanidad...

No acabes de vociferar cuán mal estas de la realidad traslúcida a la que pretendes atarte, cuando aún sostienes de tu ego la sombra de mi existencia. Sabes muy bien, que muchas dificultades te impiden dejar este cuerpo hambriento. Mirarme no basta, para que refuerzes tu impulso a deshacerme entre paredes de duro cemento. Te retrasas de escalofríos sobre tu columna, te secas la garganta de saliva y sostienes mis senos sobre tu cabeza para no desplomarte de deseo. Aguantas porque quieres...

Qué vanidad la tuya, pero qué vanidad...

No me dejes gemir tan silencioso, cuando más allá de las murallas envían mensajes para dejar salir lo fogoso. No pidas al tiempo prontitud, cuando tu semen no aguanta una jornada. Eres simplemente esclavo de ilusiones y rey de mandatos sin lógica. Duermes entre mísero dinero y te alimentas de lo que llamas sabiduría. Crees que todo es tan simple, cuando no sabes nada de dolor y sufrimiento. Eres tan inútil como lo plástico que nos alimenta en momentos de urgencia. Satisfaces un instante y abandonas por completo...

Qué vanidad la tuya, pero qué vanidad...

No me trates de idiota, cuando me recoges en tu guarida bajo necesidad y luego desapareces sin rastro alguno. Despiertas entre un conjunto de caricias y las devuelves haciendolas tan tuyas como si  realmente lamentaras mi presencia. No me hables de errores si tu lengua aún no corrige su travesía hacia mi vagina. Tanta ineptitud me sorprende, cuando pensé que serías mucho más que una fantasía. Oral es mucho más que simple aliento...

Qué vanidad la tuya, pero qué vanidad...

No dejes ir lo poco que te ha dado la vida, si es que se puede considerar poco. No devuelvas placeres inconclusos y pagues por desperdicios irreales. No permitas que sea yo la que te diga que hacer con tu vida, si la mía ya es una mierda. Desocupa tu espacio en los labios, utiliza tus manos sobre mi espalda, combina tus brazos alrededor de mi pecho, entra a mi morada como si fuera la tuya...

Tal vez si lo haces bien, puedo cambiar mi manera de pensar... 
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Café

Realmente con la necesidad de uno bien cargado en este momento...

Tengo una nueva cafetera. Tal vez ya deseaba desde hace algún tiempo adquirir algo que fuera algo satisfactorio para mi paladar. Aunque ya tenía una, aquella está dentro de mi herencia y el café hasta perdía el gusto cuando trataba de saborearlo. Cabe decir, que no pasaba de los dos sorbos y ya tenía que salir corriendo al baño. Y no, no es que el café me caiga pesado, pues puedo tomarlo en cualquier otra parte y no me da esa sensación de expulsarlo. Tal vez era solo la cafetera, avisandome que su función en esta vida ya había terminado y era necesario traer a mi casa una nueva máquina. Y así fue.

Precisamente su color combina con el resto de los aparatos que tengo en mi cocina, que lo único que falta es que me de un arrebato y pinte las paredes de color rojo. Imaginate yo cocinando en alguna de esas cosas sensuales y con todo ese color rodeandome. Que dulzura ¿no? Pues sencillamente he disfrutado de cuán pequeña es y lo bien que se ve en su respectivo lugar. Hasta prenderla y apagarla me da un cosquilleo más abajo del abdomen cuando sé que su función será una exquicitez a fin de cuentas. Es tan placentero saber que algo bien formado te facilita tantas cosas...

Si alguna vez me dijeron que para tener lo que quieres hay que joderse, pues no se equivocaron. El problema es la parte en que hay que 'joderse' porque realmente es difícil. Digo, tal vez para mí lo ha sido y esto de buscar como resolver las cosas y planificar es un peo para mi existencia. Esto de 'intentar' y que no de resultados me da más retortijones que el mismísimo café que colaba aquella cafetera. Es estúpido no darse cuenta cuán fácil a veces pueden ser las cosas si colocamos todo en un respectivo orden. Intentar es encojonarse y quedarse en el mismo sitio, sumergirse al infierno más rojo y esperar que aparezca nieve mientras estás sentado en la playa. Tal vez ya haz pasado por la experiencia de tirar la toalla cuando deberías sostenerla aún, y luchar por algo tan insustancial como la propia vida. Pero, ¿de qué vale si el resultado puede ser tan nefasto como beneficioso?

A veces, desearía ser impaciente y malgastar el tiempo que estoy dedicando a cosas absurdas, amarrar todas las posibilidades a un ancla y sumergirlo en el triángulo de las bermudas. Ciertamente nada es tan sencillo. Basta con levantarse y automáticamente saber que hacer, pues ya lo haz planeado desde el día anterior y tienes que hacer posible cada una de esas cosas. Cuando los planes tienen su estructura, depende de la forma en que se ejecuten los pasos para seguir una meta precisa. El punto es, si no tienes las más mínimas ganas de hacerlo entonces no vale la pena que lo intentes. A fin de cuentas, el sabor está ahí. Tú decides si le añades azúcar y lo degustas.

Así mismo he pensado muchas veces cuán fácil pueden ser las cosas si tan solo costara de echar café en el filtro, agua y prender el botón. Por lo demás, el resultado debe ser satisfactorio. 
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