Sin título


Por alguna razón guardé esto un noviembre de 2010...Creo que no me equivoqué con lo que escribí.


Pasaron por la misma experiencia, compartieron partes de sus vidas conmigo, y yo les fallé cuando ya no pude amarlos. Aún, persisten atados a una esquina de mis pasos, permanecen ahí, me sostienen cuando creo que voy a caer... Es ese sentimiento que todavía permanece guardado en sus corazones, porque halan contra el rencor de saber que aún no puedo completar parte de mi felicidad, porque sigo ciega ante temores, porque resisto cuando no tengo porque hacerlo, porque digiero hasta el más mínimo detalle para no atragantarme de pena... ¿Que si quiero esto? No. ¿Deseo esto? No. ¿Porque aún permanezco entonces? Por ella. 

Las sogas que me enlazan a su presencia son mas que resistentes a desprenderme de esta ignorancia absurda. ¿Pensar en mi? Difícil. No me hablen, no me busquen, porque mi decisión tardará otoños en plantearse más que segura. Sé que no merezco escuchar más que otro nombre en sus labios, que pierdo aventuras por no recorrer los caminos, que contesto mis propias preguntas y que me visto de verdades y me maquillo de rencores, para yo misma fotografiarlas frente al espejo. 

Ya me entiendes...

Soy marioneta. Totalmente controlada. Mi punto débil suavemente late dentro de la piel cuarteada, la madera ya no brilla, pero suele entretenerte, para que no me arrojes a la basura. Temor... eso es. Temor a que sea otra persona la que se apiade de este ser deteriorado y me convierta en algo real. ¿Será eso lo que necesito? 

Tal vez si.

Que me respeten, que con cada detalle se derramen manantiales de amor y entendimiento, que mi vida sea su vida, que su vida sea mi vida... No quiero planes sino aventuras, que se rectifiquen los errores sin sumar más a ellos, que hagamos las cosas con emoción y dedicación, que en cada simple detalle seamos parte de los pensamientos... tantas cosas simples, pero tan complicadas. 

Necesito tomar el control de mi vida, de  lo que quiero para ella, pero sobre todo de mi corazón.



Hoy, noviembre de 2013, no me arrepiento de haber cruzado obstáculos. No era temor, sino necesidad. Soy alguien real. 

0 comments:

Publicar un comentario